No escupir ya que esto impedirá la formación del coágulo.
Morder una gasa de 15 a 30 minutos, en caso de seguir sangrando cambiar la gasa y morderla por 15 minutos más. Si el sangrado persiste, acudir nuevamente a la clínica.
Consumir los medicamentos analgésicos y antiinflamatorios recetados por tu dentista.
Tu alimentación deberá consistir en alimentos blandos y es recomendable masticar por el lado opuesto a la extracción.
No comer cosas calientes durante las primeras 24 horas después de la extracción solo frías o a temperatura ambiente.
No cepillas la zona de la extracción durante las primeras 24 horas. Pasando estas 24 horas podrás cepillar teniendo mucho cuidado.
Mantén una buena higiene bucal para evitar el acúmulo de comida en la zona de la extracción, ya que esto favorecerá la cicatrización.